• El gremio elaboró un segundo documento sobre el funcionamiento de la Asamblea Constituyente con la finalidad de continuar aportando al debate nacional, el que fue destacado en el diario El Mercurio.

 

Siguiendo con el trabajo constitucional del gremio, la CNC elaboró un segundo informe relativo al reglamento que deberá regir el trabajo constituyente, ya que estima que tan importante como los temas de fondo de la constitución son las reglas respecto a cómo debe ser el trabajo con objeto de cumplir con todos los objetivos garantizando un debate democrático, participativo y transparente

Al respecto, el presidente del gremio, Manuel Melero, señala que “siguiendo nuestra histórica trayectoria de colaboración publico privada, desde antes del plebiscito tuvimos la convicción que, como gremio, debíamos ser un actor relevante en el actual proceso constituyente, participando activamente en el debate sobre la nueva Carta Fundamental. Como ya es de público conocimiento, el 25 de octubre recién pasado ocurrió un momento histórico para el país, en el que millones de personas se abocaron a los centros de votación a lo largo de Chile, a decidir su futuro y el de todos los chilenos, mediante la elección de una nueva Constitución y el mecanismo que se encargará de llevarla a cabo”.

A juicio de Melero, este proceso se erige como el punto cúlmine de una serie de cambios que se vienen desarrollando desde el 18 de octubre del año 2019, fecha en que miles de personas salieron a las calles con diferentes consignas sociales, a mostrar su disconformidad con el sistema institucional vigente y exigiendo a sus representantes tomar cartas en el asunto. De este proceso nació la idea de que Chile necesitaba una nueva Constitución, idea que poco a poco se fue gestando mediante el pacto de gran parte de los actores políticos, en orden a recoger las demandas ciudadanas y materializándose en el plebiscito constitucional recién vivido.

Para Melero, “este nuevo proceso es histórico desde varios puntos de vista. Primero, porque significa la expresión de la soberanía. Así, el resultado de la participación ciudadana es esperanzador para los procesos futuros, en cuanto a la gran cantidad de votantes que asistió a las urnas, convirtiéndose de esta manera en un hecho histórico”. También, agrega, “por la importancia que reviste en sí mismo el proceso, pues supone que múltiples actores de diversos ámbitos de la sociedad se sienten a dialogar sobre lo que serán las bases del futuro del país, entendiendo la Carta Fundamental como el marco sobre el que descansa la regulación de la nación”.

Dada la importancia que en este contexto adquiere el Reglamento de funcionamiento de la Convención Constitucional, en este documento se realiza un análisis de este Reglamento que regulará el proceso venidero, tanto desde su contenido, como también de los límites, garantías y condiciones mínimas que deben resguardar los denominados convencionales. Por último, se analiza la importancia de dos aspectos fundamentales como son la transparencia y la participación ciudadana. Todo lo anterior, en miras a que el proceso se dé en pleno respeto del Estado de Derecho y contenga la legitimidad necesaria en atención al papel trascendental que juega la Constitución para la nación.

 Principales conclusiones del documento:

-La CNC destaca la importancia de una sana discusión, que se dé en contextos de libertad y responsabilidad cívica, y que recoja de manera democrática los planteamientos y demandas de la sociedad, dejando de lado las consideraciones individualistas, respetando las diferencias y logrando consensos que reconozcan la tradición republicana del país, proyectándola acorde al avance y desarrollo de nuestra nación.

-Sin embargo, cabe hacer presente que, si bien se trata de una nueva Constitución, esta no debe dejar de lado la institucionalidad vigente y el pleno respeto a los derechos fundamentales de las personas. Además, y sobre todo considerando el vínculo y rol especial que cumple la CNC en la economía del país, es de especial consideración la regulación que acarreará la nueva Constitución, especialmente en vistas de las libertades económicas imperantes hoy en día, que, sin intención de querer prorrogar su inmutabilidad, debe contar con una estabilidad que impida una alteración que suponga un cambio sustancial en las condiciones económicas del país.

-El desafío político social que significa elaborar una nueva constitución inclusiva es de alta responsabilidad para los convencionales, ya que será la norma básica y fundamental que regirá al país, por lo menos, dentro de los próximos 30 o 40 años. Por lo tanto, este no puede ser asumido por cualquier agente, sino por personas comprometidas, responsables, con altura de miras y de recto obrar, pues son importantes las consecuencias que tendrá nuestra -posible- nueva Carta Fundamental, en la que se ve reflejada los pilares fundamentales de la sociedad en todos sus aspectos.

-Además, también es importante el establecimiento de mecanismos de participación ciudadana que sirvan de contrapeso a la función de la Convención Constituyente, toda vez que esta será elegida y, en definitiva, representará a sus electores, los que, sin lugar a dudas, deberán rendir cuenta de sus actuaciones, para lograr otorgarle la legitimidad que caracteriza a este instrumento y que, en todo caso, será sometida al respectivo plebiscito de salida para que entre en plena vigencia. También es importante la instauración del voto obligatorio para el plebiscito de salida, pues asegura la mayor participación posible de los ciudadanos con derecho a voto, de manera que la nueva Constitución, en caso de ser aprobada, sea efectivamente representativa de los intereses de la ciudadanía.

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