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Terminar con la lógica de la calle


El comercio ilegal que azota diariamente las calles de Santiago es el fiel reflejo de la precariedad laboral que vive nuestro país actualmente. De acuerdo al INE, el 91% de los empleos creados en el último año son por cuenta propia en la calle, generando un fenómeno altamente visible para los transeúntes de nuestra comuna.

Así, son los vecinos los que deben lidiar con las externalidades negativas que trae este comercio ilegal, fenómeno que ya han vivido ciudades capitales que han enfrentado escenarios económicos y migratorios similares, como Madrid, Lima y Londres, entre otras.

Basada en estas experiencias, la Municipalidad de Santiago ha llevado adelante el Plan Comercio Justo, de manera de poder hacerse cargo de los reiterados reclamos de vecinos y comerciantes establecidos, que a pesar de pagar patentes, arriendo y contribuciones han visto una merma significativa en sus ingresos por esta competencia desleal, que podría ascender a unos 450 millones de dólares anuales en pérdidas.

Además, la experiencia nacional e internacional apunta a que existe una directa relación entra las bandas organizadas que se dedican al comercio ilegal y la delincuencia. Tal como lo planteara hace una década Rudolph Giuliani en Nueva York, a través de su Teoría de las Ventanas Rotas, creemos que un Santiago ordenado es clave para mantener la seguridad de nuestros transeúntes y vecinos.

Todo esto hace imperativo tomarse el asunto en serio, poniéndose del lado del comercio establecido. Por eso creamos el único equipo municipal del país dedicado 100% al combate del comercio ilegal en las calles, que en menos de seis meses ha logrado el decomiso de más de 10 toneladas de ropa falsificada y alimentos sin certificación sanitaria.

Lamentablemente, este equipo no cuenta con facultades legales para realizar estos decomisos por su cuenta, por lo que el trabajo coordinado con Carabineros y otras instituciones como la PDI se torna vital para llevar adelante esta tarea. Al igual que con el combate a la delincuencia, la municipalidad solo puede cumplir un rol de coadyuvante en esta materia, brindando apoyo logístico, humano y de inteligencia.

Si bien este equipo fiscalizador ha sido clave en el control del fenómeno en la comuna, estamos conscientes de que no ataca la raíz del problema. Es por eso que debemos estar abiertos a realizar cambios que nos permitan apuntar al problema inicial y adaptarnos de mejor manera a esta nueva realidad país.

La mayor parte de estas acciones tiene que ver con terminar con la lógica que opera hoy en la calle: no importa ser fiscalizado ni detenido, porque las sanciones son bajas y poco efectivas, lo que hace que el negocio siga siendo rentable. Por eso, es importante explorar medidas que aumenten los costos para los reincidentes y que mejoren la efectividad de las infracciones que se cursan.

Pero al mismo tiempo, estamos trabajando junto a quienes son detenidos por operar en la clandestinidad para poder capacitarlos y darles la oportunidad de que se inserten en el mundo laboral a través de un contrato de trabajo. De esta forma, queremos proteger a inmigrantes que se ven abusados por chilenos que los exponen a trabajar en la calle, realizando una actividad ilegal.

Durante estos meses hemos entregado las primeras señales sobre la batalla que daremos para ordenar nuestra comuna. Se trata de una tarea titánica, que debemos enfrentar con la ayuda de Carabineros y del Gobierno, pero que estamos dispuestos a realizar en favor de nuestros vecinos y contribuyentes.

Felipe Alessandri

Alcalde de Santiago
Columna publicada en El Mercurio

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