El día de ayer marcó una jornada negra y desoladora. En cuestión de horas, delincuentes se apropiaron de la tranquilidad y normal funcionamiento de dos centros comerciales de Santiago, asaltando los locales de una conocida marca de artículos tecnológicos y, como en una película del far west, se retiraron en medio de balazos frente al estupor de trabajadores y clientes.

La seguridad ciudadana es uno de los bienes más preciados en cualquier sociedad. Es el factor que habilita que podamos desarrollar nuestras actividades, sueños y emprendimientos, sabiendo que ellos sólo dependen de nuestro trabajo. Sin embargo, en los últimos meses, la delincuencia ha ido tomando el control de los proyectos de miles de familias y, el comercio, lamentablemente ha sido el “casero” indiscutido para las bandas y mafias instaladas en emblemáticos barrios comerciales, situación que es posible apreciar en prácticamente todas las ciudades del país.

Desde la CNC, siempre hemos entendido que la seguridad debe ser construida y resguardada tanto por el mundo público, como por el privado. Desde locatarios de pequeños comercios hasta supermercados y grandes cadenas del retail, todos realizan importantes inversiones para contribuir a esa construcción porque sabemos lo que está en juego: la vida de los trabajadores, de los clientes, de nuestras familias y el futuro de nuestra fuente laboral. Necesitamos que esa conciencia se haga patente también en las autoridades. Porque si bien estamos al tanto de los esfuerzos que se han realizado, resulta evidente que ellos no son suficientes para enfrentar una ola de violencia con características muy distintas a las que estábamos habituados. Es urgente un plan de tolerancia cero, porque pasan los meses y todo lo que se ha diseñado o ejecutado, ha resultado inútil para el escenario de horror que vivimos.

Al declarar algo así, pareciera que estamos acostumbrados a vivir y trabajar con miedo, pero, si hay algo que caracteriza a este sector es su resiliencia y no vamos a permitir que nos victimicen una y otra vez. Por eso, solidarizamos y adherimos al llamado que realiza el comercio de Antofagasta a través de su Cámara, para manifestarse pacíficamente este miércoles con banderas y globos negros en señal de respeto por todos los empresarios de nuestro sector que han sido asesinados e instamos a otras cámaras regionales a sumarse también.

Adjuntamos el llamado de la Cámara de Comercio de Antofagasta.