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HISTORIA

La inquietud de un grupo de comerciantes que buscaba organizar, definir prácticas y coordinar el accionar comercial, funda en Valparaíso, el 18 de agosto de 1858 una asociación gremial que más tarde se conoce como la Cámara Nacional de Comercio.

Este grupo tuvo una fuerte participación en diversas áreas ligadas al quehacer comercial, como la redacción de la ordenanza de aduanas, la determinación de las tarifas generales de comisiones, la fijación de usos y costumbres mercantiles y el estudio del Código del Comercio, además de solucionar dificultades mercantiles por medio del arbitraje comercial, entre otras actividades.

  • En 1925 durante el directorio de René Poudensan, se constituye como Cámara Central de Comercio de Chile e incorpora a cámaras provinciales y otras asociaciones gremiales especializadas. Se traslada a Santiago en 1943 bajo la presidencia de Adolfo Ibáñez B.
  • En 1989 se incorpora el área servicios y más tarde en 1991 el área turismo, conformándose así, la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile CNC.

NUESTRO PROPÓSITO

Ser una federación gremial referente a nivel nacional e internacional, con el objetivo de representar al comercio, servicios y turismo de Chile mediante la colaboración y participación del mundo público-privado para lograr el óptimo desarrollo del país.

Promover más y mejor comercio, servicios y turismo, incentivando desde la representación gremial las buenas prácticas, la colaboración, la competitividad, la productividad, la innovación, el consumo responsable y la experiencia de servicios que agreguen valor económico, social, político y ambiental de forma ética a nuestras actividades para avanzar hacia un desarrollo sostenible.

PALACIO BRUNA

El Palacio Bruna fue declarado Monumento Nacional en Agosto de 1995 y en 1996 lo adquiere la Cámara Nacional de Comercio.
Este palacio perteneció originalmente a don Augusto Bruna Valenzuela, millonario del salitre y a quien debe su nombre.

La construcción del edificio fue encargada en 1916 a Julio Bertrand Vidal, un joven arquitecto que era un hombre destacado en la sociedad chilena por su elegancia, refinamiento y grandes dotes como concertista en piano, cualidades que le significaron gran reconocimiento en la sociedad de aquellos años.
Bertrand fue uno de los formadores del «Grupo de los Diez» un relevante movimiento cultural y artístico, que se formó a inicios de siglo XX constituyéndose en el primero de este tipo en nuestro país. Fue precisamente su afiliación a ese grupo que lo unió con el poeta, arquitecto y Premio Nacional de Literatura, Pedro Prado, quien finalizó la obra tras el prematuro fallecimiento de Bertrand.

La crisis del salitre, a comienzos del 1920, afectó los negocios de Bruna y llevó a la quiebra a su empresa. El edificio se puso en venta en 1921. Su comprador fue el Gobierno de Estados Unidos, que lo ocupó como casa del Embajador y luego como Embajada hasta 1962 y como Consulado hasta 1994.

La historia de este edificio está fuertemente ligada con la trayectoria política de nuestro país, ya que durante muchos años fue lugar de encuentro de los más importantes actores políticos chilenos de la época.

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