• Jeannette Jara, junto a María José Zaldívar, ex ministra del Trabajo y Previsión Social; Lilia Jerez, ex directora del Trabajo y Raúl Requena, gerente Corporativo de Relaciones Laborales de Quiñenco, expusieron y comentaron sobre los detalles de la ley, las medidas de adaptabilidad y de flexibilidad, los desafíos para el mundo empresarial, entre otros temas.

El pasado miércoles 26 de abril se publicó la Ley N° 21.561, por medio de la cual se modifica el Código del Trabajo con el fin de reducir la jornada laboral, más conocida como “Ley de 40 horas”. Esta ley tiene su antecedente en la moción de un grupo de Diputados del año 2017, que en un inicio solo planteaba la reducción de jornada de 45 a 40 horas semanales. Sin embargo, durante su tramitación, que duró más de 6 años, sufrió una serie de cambios, que lo volvieron un proyecto más robusto y completo, que reconocía los impactos directos a las empresas y la economía nacional, incluyendo medidas para atenuar y graduar sus efectos. Asimismo, se incluyeron otras indicaciones y modificaciones que significarán cambios importantes en las empresas, planteando nuevos desafíos y consideraciones.

En este contexto la CNC llevó a cabo el seminario “40 Horas Laborales: los desafíos para las empresas”, el que contó con más de 450 participantes y con la apertura de Ricardo Mewes, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC) y de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) y de Jeanette Jara, ministra del Trabajo y Previsión Social. Además, la instancia contó con un panel de conversación conformado por María José Zaldívar, ex ministra del Trabajo y Previsión Social; Lilia Jerez, ex directora del Trabajo y Raúl Requena, gerente Corporativo de Relaciones Laborales de Quiñenco. En la ocasión moderó María José Rojas, asesora Legal de la CNC.

“Esta misma semana estuvimos conmemorando un nuevo día de los trabajadores y trabajadoras, fecha que nos recuerda la necesidad de reforzar el compromiso, de todos los actores, de revertir esas tasas de desocupación, atraer al mundo del trabajo a los grupos que representan mayor vulnerabilidad y resaltar las ventajas de formar parte de la formalidad laboral. Como CNC, cuando se inició este debate legislativo por las 40 horas, estudiamos precisamente eso, el impacto de este tipo de medidas en la organización de las empresas y en la contratación de trabajadores. Por eso, planteamos que una reducción de jornada de trabajo iba en una línea positiva, la de concordar de mejor manera la vida familiar y laboral de los trabajadores, pero, para que ese objetivo se volviera realidad, se requería también de medidas de adaptabilidad que permitieran a las empresas mantener sus niveles de productividad e incluso aumentarlos”, indicó Mewes.

Asimismo, agregó que “debemos situarnos en el contexto país respecto a cómo estamos en materia de productividad. Si nos comparamos con los países OCDE, nuestro país es el quinto país menos productivo, antes éramos el segundo, y algunos podrán pensar que hemos mejorado, pero la verdad es que pasamos del segundo al quinto lugar solo porque ingresaron nuevos países a la OCDE, y no porque mejoramos. Y así, valoramos que hoy estemos ante una ley que contiene varias de las propuestas que como CNC planteamos en este aporte al debate: la gradualidad en la implementación, la posibilidad de promediar la jornada semanal, de establecer jornadas de 4×3, que se mantenga la jornada parcial, tan ocupada en el comercio, en 30 horas semanales, y la posibilidad de implementar bancos de horas, por nombrar solo algunas”, enfatizó el presidente de la CNC.

En esa misma línea, el timonel del gremio señaló que “Chile es un país que aún tiene un concepto de jornada laboral y organización del trabajo muy rígida, que muchas veces parece no ir acorde a los tiempos actuales. Si nos comparamos con países OCDE, Chile es el quinto país con mayor rigidez laboral. Por eso, tomamos esto como una oportunidad de dar una nueva mirada a las relaciones laborales e ir más allá que la sola reducción de jornada. Pero también, debemos seguir mirando y midiendo el impacto que las 40 horas tendrán en las empresas, a fin de hacer los ajustes que fuesen necesarios para permitirnos, como país, crecer y promover la inversión. Porque tiene un impacto económico que incide no solamente en las pequeñas y medianas empresas, sino también en las grandes empresas”.

Para finalizar Mewes hizo una reflexión e invitó a seguir dialogando. “Tal y como lo demostró la propia discusión legislativa de este proyecto, debemos seguir dialogando. Pero no cualquier diálogo, sino uno bien hecho, en que participen todos los actores relevantes, a quienes una política pública como esta les incide directamente. Me refiero a los trabajadores y las empresas, quienes en su momento pudieron presentar sus planteamientos lo que permitió que la tramitación legislativa fuera luego en la misma línea, con una mirada a largo plazo, escuchando a los técnicos, haciéndose cargo de los problemas iniciales del proyecto y permitiendo implementar esta política pública, que hoy cuenta con un apoyo transversal. Porque finalmente, el compromiso que tiene esta Cámara Nacional de Comercio, sus socios y todos quienes la componen, es disminuir el desempleo, incentivar la formalidad en el trabajo y promover la inversión y el crecimiento”.

Por su parte, Jeanette Jara, Ministra del Trabajo y Previsión Social, inició agradeciendo la invitación de la Cámara Nacional de Comercio y señaló que “es súper importante poder tener estos espacios para conversar, en un país en el cual hemos estado a veces mucho tiempo hablando cada uno por su lado”. Entrando en materia, Jara enfatizó que “uno de los principales méritos de la Ley de las 40 horas, y que permitió su viabilidad aunque fuera después de seis años, ha sido el apoyo ciudadano a esta iniciativa. Y es que es una iniciativa que tiene apoyo, porque en realidad impacta la posibilidad de tener más tiempo para estar con nuestra familia y para poder vivir mejor. Ahora tenemos el desafío de su implementación. Y es que, pasar de una jornada, como fue lo que ocurrió en el gobierno del ex Presidente Lagos, de 48 a 45 horas, a pesar de todos los presagios de desastre que había en ese minuto, que señalaban que esto le iba a hacer muy mal al país, fue una experiencia bastante positiva, y hoy día de nuevo tenemos esa posibilidad, para que su implementación sea de esa forma”.

Agregando que “tendremos que hacer esfuerzos de diálogo para la implementación concreta por sector, mirando también las realidades de cada uno de ellos, para que todo esto apunte en realidad a lo que necesitamos: trabajo y que ese trabajo sea decente. Ahora, el beneficio de la reducción de jornada laboral, sin duda, en primer lugar, tiene que ver con la posibilidad de conciliar de mejor manera la vida laboral con la vida familiar, pero esto también constituye en una oportunidad para las empresas, más motivación y compromiso de los trabajadores, menores niveles de ausentismo, de fatiga laboral y de licencias médicas. Los últimos indicadores de enfermedades mentales son realmente alarmantes y esperamos que la reducción de jornada laboral en ese sentido también contribuya. También creemos que va a ser una oportunidad precisamente para aquellos que estamos en deuda con la proactividad”, expresó Jara.

Además, agregó que “este es un esfuerzo que tiene que ser público y privado, y la empresa que es un actor principal en esto, tiene que también asumirlo como un desafío, entonces esperamos que las 40 horas también sea una oportunidad, y de ahí la gradualidad en su implementación, para que las empresas puedan tener ese proceso en el cual se pueda producir un salto. Yo creo que el sello que entregamos con las 40 horas a las empresas que se anticiparon en la reducción de la jornada laboral cumplió un rol bien fundamental, porque dio cuenta que sí se podía. Muchas veces hay cambios que son difíciles de impulsar, por distintas circunstancias, pero que la realidad muchas veces se hacen posible mucho antes de lo que la legislación logra hacer los cambios, por eso creemos que el sello contribuyó”.

Finalmente, señaló que “quisiera agregar que en este período sin duda hay una oportunidad también para el comercio, en la que se ha ido avanzando lenta, pero paulatinamente, en derechos laborales para los trabajadores. Y yo quisiera recordar que en un principio, no existía la ley de los domingos de descanso ni tampoco la ley del feriado irrenunciable, pero siempre hubo espacio para seguir mejorando. ¿Qué mejor que tener una vida que sea más liberada y que nos permita trabajar mejor?”.

A continuación, se dio paso a la exposición de María José Rojas, quien repasó brevemente las nuevas disposiciones de la ley que no solo se refieren a la reducción de jornada de 45 a 40 horas semanales. Al finalizar, se dio inicio al panel de conversación. Primero, fue el turno de María José Zaldívar, ex ministra del Trabajo y Previsión Social, quien comentó las medidas de adaptabilidad, que originalmente no estaban contempladas en el proyecto inicial y detalló su visión sobre la apertura a la flexibilidad y a las consideraciones que quedaron pendiente en materia de comercio, servicios y turismo.

Por su parte, Lilia Jerez, ex directora del Trabajo, se refirió a qué temáticas deben ser, necesariamente, parte de un posible dictamen interpretativo de la Dirección del Trabajo. Luego, fue el turno de Raúl Requena, gerente Corporativo de Relaciones Laborales de Quiñenco, quien abordó la temática desde la vereda de la empresa y en ese sentido, también analizó cómo será la relación futura con los sindicatos.
El panel finalizó con la reflexión final de los invitados quienes ahondaron en la situación especifica del comercio y en los desafíos que el sector tendrá que enfrentar.

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Para revivir el conversatorio, puedes revisar el video aquí: