• El primer webinar del ciclo de charlas “Fortaleciendo la cadena de valor de nuestro comercio exterior” en colaboración con Thomson Reuters, versó sobre los efectos de los acuerdos comerciales en el desarrollo del comercio exterior de Chile.

 

En el inicio de este ciclo de conversatorios “Fortaleciendo la cadena de valor de nuestro comercio exterior” en colaboración con Thomson Reuters, CNC, OIT y la Pontificia Universidad Católica de Chile, Hugo Baierlein, gerente general de Baierlein Consulting y ex gerente de Comercio Exterior de SOFOFA, expuso acerca de la inserción de nuestro país en la economía mundial a través de diversos acuerdos de comercio exterior y en la política comercial de Chile, que ya ha firmado 29 Acuerdos Comerciales con 65 países.

Baierlein informó que, en el año 2000, solo en 5% de lo exportado se canalizaba en el marco de algún acuerdo, mientras que el 2019, el 95% se efectuó en el marco de algún tratado. Agregó que “nuestras exportaciones se han ido diversificando, antes era solo el cobre, ahora están la fruta, salmones, los vinos y el cobre actualmente representa el 50% de estas”. Añadió que, actualmente, Chile tiene 29 Acuerdos Comerciales con 65 mercados (67% de la población mundial y el 88% del PIB global). De acuerdo a Baierlein, Chile se ha convertido en un País Plataforma, ya que un inversionista puede visualizar que, realizando procesos productivos en nuestro país, puede darle carácter originario a su producto y desde Chile exportar a los mercados donde tenemos acuerdos comerciales suscritos.

Baierlein se preguntó durante su exposición qué tan relevante ha sido la firma de los Acuerdos Comerciales en el aumento de las exportaciones chilenas durante los últimos 30 años, señalando que se han utilizado distintos modelos de evaluación para determinar si ha habido efectos reales de estos acuerdos en el crecimiento de las exportaciones chilenas. Agregó que los estudios determinan que la firma de los acuerdos comerciales aumenta en promedio un 11% las exportaciones totales, y que, a mayor PIB de los países, mayores son las exportaciones. “Por tanto, el aumento de las exportaciones puede explicarse por otros fenómenos derivados de la firma de los Tratados Comerciales, tales como el establecimiento de relaciones comerciales duraderas; la tramitación de los protocolos sanitarios, ya que cuando se suscribe un acuerdo, la contraparte se convierte en un “socio confiable”. Además, el Tratado Comercial da predictibilidad a los inversionistas nacionales y extranjeros, es decir “no me cambiarán las condiciones del juego, un rallado de cancha claro”, añadió.

El expositor señaló que el principal objetivo de los acuerdos comerciales es favorecer y potenciar el comercio entre los países. “Esto trae una serie de beneficios, por el lado de las exportaciones, por ejemplo, generar divisas para financiar consumo, inversión, gasto público e importaciones; la ampliación de mercados y las consiguientes economías de escalas que se producen por el aumento del tamaño del mercado al que los productos pueden acceder, permitiéndoles especializarse en la producción de aquellos bienes que hacen mejor y adquisición de nuevas capacidades. Por el lado de las importaciones, permite acceder a bienes de capital, insumos, y bienes de consumo de mejor calidad y de menor costo. También acceder a tecnologías y conocimientos imbuidos en los bienes importados, ya que el importar bienes trae consigo la necesidad de los nuevos consumidores de aprender a utilizar estos”, añadió.

También se refirió al impacto de los Tratados de Libre Comercio suscritos por Chile ya que, a su juicio, traen aparejados beneficios como disminución de barreras arancelarias y no arancelarias; diversificación de la canasta exportadora; posicionamiento internacional de la oferta exportable “no cobre”; creación de empleo directo e indirecto; posicionamiento de Chile como plataforma de producción y exportación; mayor oferta de bienes y servicios extranjeros; cooperación en materias medioambientales y laborales y mayor libertad económica y mayor desarrollo humano.

De acuerdo a Baierlein, los principales obstáculos que ha identificado en esta materia son el cierre de mercados, como consecuencia de ciertas restricciones o controles impuestos por distintas economías para enfrentar la demanda doméstica o bien evitar la propagación del virus. También agregó los problemas logísticos producto del funcionamiento parcial de puertos y aeropuertos; la dificultad en el desplazamiento del transporte de carga y el quiebre de insumos. Así como también el cierre parcial de mercados internos y también la falta de recursos humanos y otras dificultades asociadas como la necesidad de garantizar adecuados niveles de protección de los trabajadores procurando mantener el abastecimiento de áreas esenciales o críticas.

Para finalizar, el expositor señaló que Chile, para aprovechar la inserción internacional que ha llevado a cabo, debería centrar sus esfuerzos en fortalecer a las pymes exportadoras, especialmente a las que dan valor agregado a sus productos; trabajar en la atracción de inversiones productivas, pensando al país como plataforma de negocios; pensar en las cadenas globales de valor y   encadenamientos productivos; priorizar sectores productivos para trabajar en ellos como el plástico, metalúrgico – metalmecánico, agroindustria, calzado, artesanía, diseño y dotar a las entidades públicas como PROCHILE, CORFO, SERCOTEC e INDAP de fondos necesarios para generar o profundizar instrumentos de desarrollo y de promoción de exportaciones.

Descargar presentación de Hugo Baierlein.