Gerente de Estudios de la CNC expuso en foro sobre el impacto de la reforma de pensiones organizado por la Universidad Adolfo Ibañez
- En su exposición, Bernardita Silva se refirió a los costos laborales que puede implicar un alza en las cotizaciones sobre todo en lo que respecta al aumento en la informalidad indicando que, para combatirla, las políticas públicas deben enfocarse en una mayor fiscalización, incentivos para formalizarse y en la importancia de la educación financiera.
El impacto inmediato de la reforma previsional sobre los empleadores será un aumento progresivo de la cotización obligatoria para pensiones. ¿Cómo responder a este importante aumento de gastos? ¿Qué políticas públicas ayudarían a mitigar efectos negativos? Estas fueron algunas de las interrogantes abordadas en el seminario “Reforma de pensiones: Un baño de realidad”, organizado por la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez.
El encuentro contó con la participación del decano Juan Carlos Jobet y las exposiciones de Salvador Valdés, senior fellow UAI; los académicos de la Escuela de Negocios, Rodrigo Wagner y Julio Riutort y los comentarios de Bernardita Silva, gerente de estudios de la Cámara Nacional de Comercio y del senador Luciano Cruz-Coke, presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social de dicha cámara.
Rodrigo Wagner delineó los aspectos que debiera observar el gerente de una empresa en la reforma previsional del gobierno, destacando los topes imponibles, la gradualidad y el paquete total de impuestos marginales a trabajadores. Todo esto -subrayó- en un contexto de inflación, con salarios reales cayendo 4% anual, indicando que las posibles respuestas de un trabajador dependiente ante el paquete de reformas, podría ser la transición a trabajos independientes o a la informalidad.
Por su parte, Julio Riutort abordó la importancia del porcentaje y de la frecuencia de los futuros cambios en la tasa de cotización. “El beneficio va a tomar décadas y los costos, en el corto plazo, la percepción para empresas y trabajadores, no. Va a ser inmediata”, señaló. “Nuestra experiencia reciente nos recuerda que finalmente es difícil sostener el esfuerzo de ahorro, por lo tanto, debemos ser cuidadosos en ello”, destacó.
Salvador Valdés, en tanto, se refirió al efecto del aumento de la tasa de cotización en los empleos informales. Explicó que el mayor ingreso líquido de un empleo sin cotizaciones hace atractivo cambiarse, sin embargo, conlleva una serie de efectos negativos. Entre éstos mencionó, por ejemplo, las lagunas previsionales, la pérdida de las posibilidades de ascenso y capacitación que ofrecen las organizaciones modernas y la dificultad para obtener créditos de consumo en el sistema formal.
Por su parte, al comentar las exposiciones, la gerente de Estudios de la CNC, Bernardita Silva, se refirió a los costos laborales que puede implicar un alza en las cotizaciones, sobre todo en lo que respecta al aumento de la informalidad. De esta manera, señaló que los niveles de informalidad están afectando fuertemente el mercado laboral, donde más de dos millones de personas, entre asalariados e independientes, están fuera del sistema, los que se han concentrado principalmente en las microempresas.
Silva, en su exposición, dio cuenta también de los principales factores que influyen en este fenómeno: la rigidez del mercado laboral, ya que esta termina siendo una alternativa para las personas generalmente desfavorecidas por la rigidez normativa, principalmente mujeres, jóvenes, estudiantes, personas mayores, discapacitados o inmigrantes.
También, la gerente de Estudios de la CNC indicó que mejoras en la calidad institucional reducen el tamaño del sector informal, por lo que se hace muy importante la fiscalización. Agregó que, a mayor desempleo, mayor informalidad, indicando que las personas sopesan las ventajas e inconvenientes que implica trabajar de manera formal e informal y eligen aquella opción que maximice su utilidad, pero muchas veces la necesidad supera la regla y, por más altos que sean los costos, las personas igual podrían verse forzadas a trabajar de manera informal.
Finalmente concluyó que, la problemática debe ser abordada con medidas que apunten a mejorar diferentes aristas del empleo informal, como, por ejemplo, que las autoridades deben enfocarse en una mayor fiscalización, en generar incentivos para formalizarse y relevó la importancia de la educación financiera.
Silva profundizó en estos aspectos, señalando que es necesario fomentar el empleo formal a través de diferentes incentivos monetarios o de deducción de impuestos para las pymes, así como también se debe continuar apoyando y subsidiando a quienes decidan optar por la formalidad. En segundo lugar, es crucial realizar un monitoreo contante de los determinantes o variables que explican la existencia del empleo informal en Chile. También, relevó la necesidad de que los trabajadores valoren y entiendan los beneficios de formalizarse, de ahí la importancia de la educación financiera y del conocimiento previsional, ya que muchos independientes o asalariados informales no conocen los beneficios de ser formales.