En Chile la Propiedad Industrial comprende las creaciones asociadas a una finalidad comercial, donde los elementos de la personalidad del autor son accesorios. Entran en esta categoría: Marcas Comerciales, Denominaciones de Origen (D.O.), Indicaciones Geográficas (I.G.), Patentes de Invención, Modelos de Utilidad, Dibujos y Diseños Industriales, y Esquemas de Trazado o Topografías de Circuitos Integrados.
El Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) afirma que la importancia del reconocimiento de estos derechos genera un “gran incentivo a la innovación y difusión del conocimiento y la tecnología, permitiendo a creadores e inventores apropiarse, gestionar y obtener beneficios económicos de sus creaciones, además de ser fundamental para lograr la diferenciación y el éxito esperado en el mercado”.
Los delitos contra la Propiedad Industrial están tipificados en la Ley 19.039, siendo los dos ejes de afectación más importantes la falsificación y piratería. De acuerdo a INAPI “la falsificación es la deliberada violación de un derecho de propiedad industrial, esto es en contra de una marca comercial, y la piratería es la deliberada infracción en contra de un derecho de propiedad intelectual o derecho de autor. En ambos casos se trata de infracciones que implican el uso o la copia de una marca comercial o de material protegido por derechos de autor sin autorización de sus propietarios”.