El comercio ambulante ilegal es una amenaza al orden público y produce una competencia desleal hacia los negocios formales, que día a día trabajan por cumplir con todas las normativas existentes a diferencia de quienes se instalan en las calles sin cumplir con ninguna norma.
Los productos comercializados bajo esta modalidad comprenden una amplia gama: alimentos (frutas, verduras), comidas (sushi, frituras), juguetes, maquillaje, ropa, accesorios, CDs de música, artículos electrónicos, libros, etc.
Los compradores en general acceden a este tipo de comercio, motivados por el reducido precio en el que se venden los productos, sin reparar en la causas de su bajo costo. Las razones son diversas, pueden estar relacionadas al contrabando; piratería; crimen organizado; robo hormiga; y en el caso de los alimentos, juguetes y cosméticos, al no cumplimiento de las normas sanitarias.