Drones y escáneres corporales son parte de la tecnología de esta unidad cuya labor se desarrollará cerca del paso internacional de Colchane-Pisiga, en la frontera chileno-boliviana.
A unos 30 minutos de la frontera con Chile, Bolivia inauguró recientemente un nuevo campamento móvil cuya misión es luchar contra el contrabando. Según informa la agencia internacional de noticias EFE, la unidad está dotada de drones y escáneres corporales, y la integran una treintena de funcionarios aduaneros y militares.
La labor de este campamento se concentrará en vehículos procedentes del paso fronterizo de Pisiga –distante a 2 kilómetros del pueblo chileno de Colchane– que pudieran transportar productos ilegales. El plan completo contra el comercio ilegal en Bolivia, destaca EFE, prevé al menos ocho de estos dispositivos móviles.
De acuerdo al Presidente boliviano Evo Morales, el comercio ilícito le resta un punto de crecimiento económico a su país.
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