¡Este mes nuestra colaboradora estrella es Ruth! | CNC

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¡Este mes nuestra colaboradora estrella es Ruth!

27 años lleva nuestra querida Ruth en la CNC, pero sin lugar a duda, este último ha sido el más desafiante para ella. En 2019 fue diagnosticada con cáncer de mama y en un período de menos de dos semanas tuvo que dejar la CNC y comenzar un intenso y largo tratamiento para combatir esta enfermedad. Tuvimos poco tiempo para despedirnos, pero junto al equipo y en una pequeña, pero emotiva reunión, le deseamos lo mejor para enfrentarse a esta gran batalla. Lo más importante, nunca perdimos el contacto.

Hoy, después de varias quimios, una operación y muchos cuidados, podemos decir que… ¡la Ruthita está de alta, en gloria y majestad! y, según nos cuenta, la fe en Dios fue la que la ayudó a enfrentar la prueba más grande de su vida. 

 

Estuviste más de un año fuera de la CNC por problemas de salud. ¿Cómo te encuentras ahora?

Estamos muy felices y agradecidos de Dios, la semana pasada fui a control y me dieron de alta y eso fue la confirmación del milagro de Dios, ya que al momento de operarme se confirmó que los dos tumores habían desaparecido. Agradecida, porque Dios puso en mi camino a los mejores médicos, los que llevaron a cabo el tratamiento más adecuado para enfrentar este cáncer.

 

¿Qué fue lo más difícil de atravesar durante esta enfermedad?

Lo más difícil fueron las quimioterapias, me tiraban a la cama un par de días, me salían aftas, con lo que no podía hablar ni comer, así que bajé mucho de peso y por ende, bajaron mis defensas, andaba siempre muy cansada.

 

¿Cuál fue el rol de tu familia durante todo este proceso? 

Fueron muy importantes. Nunca me hicieron sentir que estaba enferma, cuando estaba en los días complicados, me cuidaban y me regaloneaban y eso nos unió más.

 

Sabemos que eres una mujer de mucha fe, ¿crees que eso fue decisivo en tu recuperación?

Eso es un tema que me apasiona, sobre todo ahora. Desde el primer día mi pensamiento fue: Dios es el dueño de la vida y de la muerte, si tenía que partir de este mundo en este proceso, estaba muy tranquila, porque creo férreamente que después de esta vida hay otra, y esa es mi esperanza en la actualidad. 

Aprendí también que Él cuidaría de mis hijos y de mi esposo. Cuando entendí eso fue maravilloso, pude descansar aún más, porque al principio eso me desvelaba, ese vacío que podría provocar en ellos. Todo esto lo digo con mucha humildad, porque conocer a Dios y comprender que envió a su hijo a morir por cada uno de nosotros, para asegurarnos la vida eterna, es impagable, más encima sin merecerlo, por lo que solo nos queda amarlo y tratar de llevar una vida que más le agrade (sorry por lo canuta jajaja).  En resumen, solo descansé en los designios de Dios.


¡Nos contó un pajarito que pronto retomarás tus funciones! ¿Cuándo te volveremos a ver? (aunque sea por zoom)

Estaría de vuelta el lunes 7 de diciembre, así que bueno, no sé si nos veremos virtualmente o presencial, pero tengo muchas ganas de abrazarlos a todos, aunque sea una vez y después, seguimos con el codo.

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